Narcolepsia

Algunas veces me duermo al volante. Me atrae el bordillo. Asalto la acera. Desperdigadas, en las revistas del quiosco destrozado, Belén Esteban y Letizia rozan sus caras. Por un instante me inunda la grima. Otro gato pierde una vida. El carrito de los helados sale volando, nacen cucuruchos en todas las miradas. En la mesa de esa terraza, una mujer lee su última línea. Me conduce a tiempo de trazar la curva que me abraza…